¿Qué hacer con los restos del cocido?
Si queréis ver la receta del cocido pinchad
aquí, pero en este caso, hice un cocido al que añadí bastante pollo y una de
las salidas para la carne, ha sido hacer croquetas.
Mi madre se ha llevado 18, porque son tres,
en total han salido 48 croquetas de tamaño normal (ni muy pequeñas ni grandes).
Para ver cómo cocer correctamente huevos,
si queréis, pinchad aquí (enlace disponible próximamente).
Calorías aproximadas por croqueta: 44 cal.
Ingredientes para 48 croquetas:
Media pechuga de pollo ya cocida u obtenida
de hacer un caldo, etc..
3 huevos cocidos
1 huevo fresco
800 gramos de leche entera
150 gramos de harina (ver nota sobre
ingredientes)
Más harina para el rebozado
Aceite de oliva
Pan rallado
Sal o un caldito tipo Avecrem
Para freírlas, aceite de girasol
Nota respecto a los ingredientes: está pensado para hacer fácilmente la bechamel,
para principiantes y que les ligue fácilmente. Si queréis una consistencia más
suave (también más difícil luego montar las croquetas) hay que echar en total
un litro de leche, y de harina unos 120 gramos. Pero sólo si ya tenéis
experiencia montando croquetas, y si las vais a empanar con el método harina +
huevo + pan rallado que es cuando más resistencia tiene la cobertura a la
fritura posterior y que no se rompan.
Yo no uso mantequilla para hacer la
bechamel, prefiero el aceite de oliva.
Modus operandi:
Preparación de ingredientes.
Necesitamos que nuestra media pechuga de
pollo esté ya cocida, así que lo mejor es obtenerla de haber cocido algo, o de
una sopa, o usar restos de pollo asado, que le da un sabor además muy especial
a nuestras croquetas. Deberemos trocear el pollo pequeño, yo uso tijeras, me
voy fijando en la dirección de las hebras del pollo y así me ahorro trabajo,
corto en contrario a cómo van las hebras del pollo.
Tras cocer tres huevos, trocearlos
pequeñitos. Se cuecen así (enlace disponible próximamente) para evitar salmonella y otros problemas, pequeños.
Las yemas le dan muy buen sabor a las croquetas.
La leche, mejor del tiempo o templada, así que como
vamos a gastar casi un litro, pensad si os merece la pena abrir una botella
nueva. Mejor entera.
Y necesitamos 150 gramos de harina, que
tendremos separada y pesada previamente.
Prepararemos un recipiente para dejar
enfriar nuestra masa de croquetas, a mí me gustan planos, realmente uso un
molde de bizcocho alargado, ya veréis porqué.
Operación hacer la bechamel:
En una sartén algo profunda
preferiblemente, verted aceite. No hay que echar poco, porque tenemos que
conseguir que la harina absorba el aceite y no queden grumos, es decir, no
bañar la harina pero sí que haga una pasta, yo he utilizado aproximadamente
unos 150 gramos de aceite, pero lo voy añadiendo poco a poco, si puedo evitar
usar tanto, mejor. También depende de la absorción de la harina. El tema es que
no quede en grumos.
Luego echar poco a poco (yo vierto un vaso
completo) de leche, se va removiendo para que se vaya ligando, y así hasta que
hayamos echado toda la leche y nos haya quedado una masa con una determinada
consistencia. ¿Qué consistencia es esa? La bechamel debe quedar de forma que,
cuando mueves el cucharón con el que estás removiendo, se marque el surco
perfectamente y no se vuelva a deshacer fácilmente. No deben quedar grumos, y
si hemos echado suficiente grasa (el aceite, aunque hay gente que usa aceite al
50% y mantequilla por otro 50%), quedará perfecto.
Por cierto que hay que estar un rato removiendo, que si no la harina queda cruda, se puede probar.
Cuando esté terminado, echamos los trocitos
de pollo y huevo, removemos y pasamos al recipiente donde dejaremos que enfríe
la masa, cubriéndola para que no salga costra con un papel film pegado a la
masa. Cuando enfríe pasamos a la nevera y ahí las dejaremos al menos unas
horas. Incluso mejor al día siguiente.
Operación dar forma a las croquetas:
La idea es darles forma de croqueta,
pasarlas primero por harina, luego huevo y posteriormente pan rallado, pero voy
a explicar cómo lo hago yo para que no sea interminable y no tener que ir una a
una con dos cucharas porque es un rollo absoluto.
Hay que tener a mano:
2 Bandejas o recipientes planos, yo uso
moldes de bizcocho largos. Una, la de la masa de croquetas, y otra, donde
enharinaremos.
Un plato con un huevo batido.
El pan rallado.
Una bolsita de plástico de las de conservar
alimentos o una manga pastelera con el dispensador redondo gordo insertado para
que ya salga con la forma redonda.
Yo lo que hago, y me ahorro tiempo, es
preparar una bandeja plana o un molde de bizcocho largo con la superficie con
algo de harina.
Introduzco en una bolsita de conservar
alimentos pequeña masa. Le hago un agujero con unas tijeras (mejor más pequeño
que siempre se puede agrandar) para que salga un churro de masa alargado.
Voy haciendo como se ve en la foto, varios
churros alargados con la masa encima de la harina.
Corto con un cuchillo el largo de las
croquetas, que ya van con su forma (¡Cuánto trabajo me he ahorrado!).
Las muevo un poco para que cojan algo de
harina.
Las voy pasando al huevo batido.
Como la bandeja donde había masa, ha
desaparecido parte que he usado para ir haciendo mis primeras croquetas, tengo
un espacio que voy a usar para echar pan rallado.
En esa parte del molde/bandeja donde está
parte el pan rallado y parte la masa que aún no he usado, voy poniendo, encima
del pan rallado, mis croquetas que ya llevan harina y huevo, y en cuanto puedo
meto más masa en la bolsa de plástico para ir haciendo hueco.
Así voy montando mis croquetas, sin manchar
más que dos moldes de bizcocho, y la verdad, con poco trabajo.
Hora de freír mis croquetas o de
congelarlas.
Si congelo croquetas:
Si las congelo, las pongo separadas sin que
se toquen entre sí, en un táper o molde alargado, y cuando están congeladas las
paso a bolsitas de plástico de alimentos.
Si frío croquetas:
Calentar en una sartén aceite de girasol,
bastante, y cuando esté caliente, ir echando las croquetas, y al sacarlas
depositarlas sobre papel absorbente. Yo voy haciendo capas de croquetas con
papel arriba y abajo.
En mi opinión es mejor el aceite de
girasol, no sólo porque para esto es más barato, sino que además el panificado
absorbe menos grasa y resulta por tanto menos fuerte el sabor del aceite y
además menos calórico, todo ventajas.
Gracias por leer esta entrada tan larga y
tediosa, pero las croquetas merecen la pena. Se pueden hacer con sobras de
otros platos, de cualquier cosa que os apetezca, y con forma redonda, alargada,
como mejor os venga.
¡Que os aproveche!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Agradezco tus aportaciones, ¡gracias!
Al comentar, aceptas la política de privacidad según el RGPD.